Viajar es buscar tu identidad por contraste.

En este blog podras encontrar las aventuras y anecdotas vividas en los diferentes paises visitados, todo esto de una forma desenfadada y con toques de humor (siempre con respeto). Una divertida forma para intentar que sintais lo mismo que nosotros en nuestras vivencias tan dificiles de expresar.

Esperamos que viajeis con nosotros. Daniel y Mireia

martes, 25 de septiembre de 2012

Katmandú


Descendiendo a punto de aterrizar...



Pudimos apreciar la maravillosa maqueta que parece todo el alrededor de Katmandu. Tuvimos la sensación de estar en el escenario de un capítulo del equipo A. 
El aeropuerto es muy pequeño y antiguo, pudimos ver aviones militares abandonados y un ambiente muy ochentero. El interior era poca cosa pero muy acogedor con antiquisima decoración ancestral. 
Hicimos una larga cola para tramitar nuestra VISA y salir rápido al encuentro con nuestras nuevas compañeras de viaje, que nos esperaban en el barrio de Tamel.

Esta incorporación a nuestro viaje estaba formada sólo por chicas y el conjunto en si era algo peculiar.

Meses antes de viajar la primera que quiso apuntarse a está nueva aventura fue Tania que estaba dispuesta a adentrarse con nosotros y dejarse llevar, la mejor amiga de Daniel saco su vuelo en un descanso de trabajo, y Carmen que trabaja con ella la acompañó. Al enterarse de que se trataba de ir a Nepal no se lo pensó dos veces y saco otro vuelo para ella pues era su sueño desde niña. A todo esto recibimos la inesperada llamada de Olga, la nueva enfermera de cabecera de Daniel, que en la última visita se había interesado por nuestro viaje. Fue una verdadera sorpresa mientras pensabamos en ir a verla y animarla a venir ella lo tenia decidido y juntaba sus dias de vacaciones. Pero para gran sorpresa tenemos a la cuarta participante, una chica con grandes sueños por cumplir. La madre de Mireia, Manoli había decidido venir, la vez pasada le había parecido una insensatez y de un alto riesgo pero esta vez lo había pensado y quería unirse a la locura. Pero aún no estaban todas, María otra companyera de Tania no podía perderselo.




Echas las presentaciones, salimos del aeropuerto y varios taxistas se abalanzaron a por nosotros, hay que decir que de manera menos efusiva y pesante que los taxistas indios.
No tardamos en saber que cinco mujeres españolas habían llegado a Nepal, y las habían llevado a Tamel. Muy contentos ya de saber que en menos de una hora nos encontraríamos, tomamos un cascado suzuki nepalí.

Enseguida notamos el gran cambio entre Nepal e India: menos agobio, menos residuos en las calles y menos coches de frente.

Al llegar a Tamel ansiosos por encontrarlas y saber como les habia ido el viaje, nos llevamos una gran desilusión cuando llegamos al punto de encuentro y no estaban. 

Nos preocupamos pensando que podían no ser ellas de quienes nos hablaban en el aeropuerto, pero por suerte la preocupación duro poco pues todo Tamel sabía de su llegada. Tanto turistas como gente local nos decían haberlas visto en un lugar u otro.
Optamos por llamarlas, pero ningún teléfono estaba activo, sin embargo si tenian conexión a Internet y gracias a una foto colgada en Facebook, supimos que efectivamente estaban bien, habían sabido moverse de maravilla pero olvidando que nosotros también queriamos pasarlo bien, y no esperar casi tres horas mientras decenas de taxistas se ofrecían sin cesar.

Cuando por fin se produjo el encuentro no pudimos reflejar la gran ilusión pues había desaparecido.

Lo primero fue comer y relajarnos todos, más tarde paseamos por Tamel y cenamos intercambiando anécdotas ocurridas a nosotros en India y a ellas en las 24 horas de viaje.

Pronto decidimos ir a dormir, para poder descansar y quedar al dia siguiente bien de manyana.

A la manyana siguiente, en el sitio y la hora previstos tampoco se presento ninguna de nuestras chicas, tuvimos que ir nosotros a por ellas y ver que ocurria. Por segunda vez, nada preocupante, unicamente se habian confundido con la hora. 
Era emocionante estar en Nepal y formar parte de un grupo de siete personas, pero no iba a ser nada facil...

Cuando porfin hicieron el cambio de hotel, y estuvimos todos listos, tomamos la direccion hacia Patan, para ello nos hizo falta coger un minibus repleto de nepalis, e ir haciendo paradas cortas pues la furgoneta parecia ser un pozo sin fondo. 

Patan es un pueblo mucho mas tranquilo que el barrio de Tamel, pudimos pasear por sus calles y ver algun que otro templo. 






A media manyana un simpatico nepali se paro a saludarnos y fue muy amable al facilitarnos algunos lugares bonitos de ver en Patan. Luego nos invito a su restaurante, algo muy novedoso. Se trata de un restaurante donde solo cocinan comida Mediterrana: gazpacho, salmorejo, paella...
Nos llamo mucho la atencion y aceptamos su invitacion.
Carmen subio con el en su moto y nos espero alli.
Tardamos mas de la cuenta en llegar al lugar, estabamos algo preocupados por ella, el chico parecia de fiar pero nunca se sabe.
De todas maneras no perdimos la oportunidad de fotografiar el paisaje mientras pensabamos que podia haberle ocurrido algo a nuestra companyera.



Era muy dificil coordinarnos y ponernos de acuerdo, y a menudo la preocupacion se convertia en diversion.


Cuando por fin llegamos al restaurante, Carmen estaba alli sana y salva, y el chico nos ofrecio la posibilidad de ver como se preparan los "momos" una comida tipica nepali.
Aceptamos encantados!



Finalmente decidimos tomarlos como tapita, ademas de un rico gazpacho, despues un buen te, para seguir la marcha.

Llegamos demasiado tarde a Tamel, por lo que no tuvimos mucho tiempo para reservar nuestros billetes de autobus y vuelos a jomson para siete personas.

Solo pudimos encontrar bus para salir al dia siguiente hacia Pokhara, donde empezariamos nuestro trekking.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores